Acabo de pasar una semana en Rabat… Fue mi primer viaje en tierras marroquíes… Una experiencia realmente agradable… Muchos aspectos me llamaron la atención en este país vecino, destino de millones de turistas cada año… Cosas que seguro comentaré en otro post… Pero de lo que quiero hablar hoy es de GATOS…
Puede parecer algo extraño de buenas a primeras, pero realmente llama la atención la cantidad de gatos callejeros que hay en esta ciudad y, sobre todo, la vida que llevan… Mires por donde mires, ves gente acariciándoles, dándoles cariño, acercándoles un poco de comida o un cuenco con agua… Ningún gesto de impaciencia, ningún grito, no he visto a ningún niño dándole una patada a un gato… Delante de cada tienda, un felino pegándose una siestecita al sol sin ser molestado por nadie… Allí donde haya una carnicería o una pollería, hay un gatito esperando a la puerta sin que nadie se asuste. Fue toda una sorpresa…
Cuando preguntamos sobre el secreto de tal actitud, nos explicaron que aquello forma parte de la cultura y la mentalidad locales. El pueblo marroquí es un pueblo bastante religioso, y siguiendo esta lógica, la gente intenta aplicar principios del islam como el amor al prójimo y el respecto de la Vida, inclusive la de los animalitos, en cada gesto de su vida cotidiana… Toda una lección…
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