mardi 28 juin 2011

NI ALLAH NI AMO...

Túnez capital, domingo por la tarde… En la sala de cine más prestigiosa y más céntrica de la ciudad, CinemAfricArt, una manifestación cultural está organizada por la asociación “Lam Echamel” (“Todos Unidos”), bajo el título de “No toques a nuestros artistas”… En el programa: documentales, poesías, debate, etc. 

Fuera, un grupo de unas treinta a cincuenta personas empieza a reunirse paulatinamente…  Chavales en su mayoría… Algunos de ellos tienen un aspecto bastante llamativo: barbudos, llevando la vestimenta típica de aquellos que salen en los reportajes sobre Afganistán (largas camisas blancas, pantalones anchos, gorritos de tela)… Otros llevan la camisa de su equipo de fútbol preferido… Alguna que otra chica con el típico velo islámico… Y gente que simplemente pasaba por ahí…

 Unas voces empiezan a elevarse cantando el nombre de Allah y de su profeta… Los gritos aumentan, el grupo empieza a agitarse, algunos individuos empiezan a excitarse alimentados por esa energía creada por la manada… Las caras se crispan… El grupo pasa a gritar “el pueblo es musulmán, y no se rendirá”… Un joven lanza que hay que degollar a los que están dentro del edificio… La presión aumenta… Los miembros de la seguridad de la sala intentan desesperadamente contener esa masa de descontentos… Pero todo ello es inútil… La puerta de cristal termina rompiéndose en pedazos, y algunos suben como perros rabiosos las escaleras que llevan hasta el cine…

Dentro, los asistentes están a punto de ver el documental “Ni Allah ni Amo”, de la directora tunecina Nadia el Fani… Un documental en el que trata, entre otras cosas, del sitio que ocupa la religión musulmana en la sociedad tunecina, y de la laicidad… El título formulado según el famoso lema anarquista, y la postura de la directora que tuvo la valentía (o la insensatez) de declarar públicamente su ateísmo, crearon todo un revuelo en un país que, 6 meses después de la caída del régimen de Ben Ali, sigue buscando su camino…

El grupo invade la sala ante el estupor de los asistentes…  El objetivo es impedir la proyección del documental… Amenazas de muerte, agresión al director de la sala, pánico general... Finalmente, la policía termina por intervenir y terminar con la pesadilla…

Sin embargo, la polémica sigue en la calle… Se trata del tema más comentado en el país, en las redes sociales y en la blogosfera… Algunos están pidiendo la cabeza de Nadia… Su único crimen: haber declarado públicamente que no creía en “Dios”, y haber elegido un título tan “provocador” para su obra… Ninguno de sus detractores sabe de qué va la peli… Ninguno se ha parado a pensar objetivamente en dónde está el problema… ¿Por qué les provoca tanto que alguien no crea en “El Creador”?... ¿Acaso aquello hace tambalear su supuesta “inquebrantable” fe?... 

Y lo más importante para mí: esto está ocurriendo en TÚNEZ… Supuestamente el país más abierto, más moderno, más “laico”, con el islam más “moderado”, o esto era hasta hace unos meses… ¿Qué ha pasado desde entonces para que lleguemos a esto?... ¿Qué ha pasado para que haya tanta intolerancia?... ¿De dónde ha salido tanto odio?... ¿Terminaremos cambiando una dictadura policial por otra religiosa?...

lundi 6 juin 2011

Rabat… Paraíso gatuno…


Acabo de pasar una semana en Rabat… Fue mi primer viaje en tierras marroquíes… Una experiencia realmente agradable… Muchos aspectos me llamaron la atención en este país vecino, destino de millones de turistas cada año… Cosas que seguro comentaré en otro post… Pero de lo que quiero hablar hoy es de GATOS…

Puede parecer algo extraño de buenas a primeras, pero realmente llama la atención la cantidad de gatos callejeros que hay en esta ciudad y, sobre todo, la vida que llevan… Mires por donde mires, ves gente acariciándoles, dándoles cariño, acercándoles un poco de comida o un cuenco con agua… Ningún gesto de impaciencia, ningún grito, no he visto a ningún niño dándole una patada a un gato… Delante de cada tienda, un felino pegándose una siestecita al sol sin ser molestado por nadie… Allí donde haya una carnicería o una pollería, hay un gatito esperando a la puerta sin que nadie se asuste. Fue toda una sorpresa…

Cuando preguntamos sobre el secreto de tal actitud, nos explicaron que aquello forma parte de la cultura y la mentalidad locales. El pueblo marroquí es un pueblo bastante religioso, y siguiendo esta lógica, la gente intenta aplicar principios del islam como el amor al prójimo y el respecto de la Vida, inclusive la de los animalitos, en cada gesto de su vida cotidiana… Toda una lección…